jueves, 30 de mayo de 2013

Crónica creativa "Felicidad"

Crónica creativa pedida en la clase de Seminario país actual, Periodismo 5° semestre.
Realización en base a una entrevista realizada al ministro del reino de Bután Karma Tshiteem. (http://www.otrocanal.cl/video/karma-tshiteem-un-nuevo-paradigma-de-desarrollo
Obtención de la idea clave de la entrevista + vinculación con materia vista en clases.
calificación obtenida: en espera de calificación.  

¿Qué es la felicidad para los chilenos?

La felicidad es definida en la RAE como: Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien. ¿Es así como realmente el chileno promedio ve el significado de felicidad?

En el reporte mundial sobre la felicidad “World happiness report” realizado por la Universidad de Columbia el año 2012, Chile quedó en el puesto número 43 entre los 150 países evaluados. Algunos de los resultados del estudio son que: no sólo la riqueza hace felices a los países, también se toma en cuenta la estructura social y la ausencia de corrupción, para el individuo es relevante contar con buena salud mental y física, poseer un trabajo y ser parte de una familia, la cesantía es una de las principales causas de infelicidad y el crecimiento económico de un país no determina la felicidad de sus habitantes, entre otros. A pesar de la buena posición que ocupa Chile en el ranking mundial de la felicidad, al hacer preguntas sobre emociones negativas como la tristeza, depresión, preocupación y enojo, el país cae profundamente al número 132, siendo uno de los países con más pensamientos negativos en el mundo y dejando entrever a todos que la sociedad chilena es una sociedad depresiva y bipolar.

La sociedad occidental se ha formado en base a los pensamientos de los filósofos griegos y uno de los que más connotados al momento de comprender la sociedad en su conjunto ha sido Aristóteles. Aristóteles en su “Ética para la felicidad” da varias claves de cómo la sociedad y el ser humano debe orientar sus acciones a el bien supremo o el fin último que vendría siendo “La felicidad”, sin embargo, a pesar de que los occidentales tienen como raíz a este filósofo, en lo que ha transcurrido del tiempo las ideas de Aristóteles han sido distorsionadas y se quiere dar como fin último “el éxito económico de las naciones y los individuos que las componen”. 

Siendo un poco más contemporáneos podemos analizar “La felicidad paradójica. Ensayo sobre la sociedad de hiperconsumo” del filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky, que hace una fuerte crítica sobre la “sociedad del consumo”, el capitalismo como manda más de la cultura occidental y la falsa felicidad momentánea que se genera al obtener un bien. Además el ensayo se refleja a un nuevo arquetipo social el “hipersonsumidor”, que pasa a ser un ser que ya no sólo desea bienestar, sino que ahora anhela armonía, plenitud, felicidad y sabiduría. Para desgracia de esta nueva especie social, son tantas las emociones involucradas en el consumo que éstas nunca serán realmente satisfechas y ahora es la decepción lo que aparece amenazando a distintas capas de la sociedad y generando de este modo disconformidad, revueltas sociales, jóvenes violentos, ancianos desprotegidos y un sinfín de resultados negativos post decepción del sistema. Desde este análisis de los excesos a los que se está llegando por el consumo excesivo Lipovetsky, advierte que se deben revisar la importancia y las prioridades de los individuos para así contener el frenesí consumista que ha ido convirtiéndose en una plaga gracias al sistema actual.

En Chile (como casi todos los países occidentales) se cree que la medida de la felicidad se debe al éxito económico de los países y es por eso que se utiliza como fórmula de medición el PIB (Producto interno bruto) que es una medida macroeconómica que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de un país durante un período determinado de tiempo, pero ¿es correcto generar políticas públicas para el fin último en función al crecimiento económico del país? Incluso Simon Kuznets, creador del PIB, fue crítico con la pretensión de medir el bienestarexclusivamente sobre la base del ingreso per cápita derivado del PIB.

En medio de un mundo que está siendo atormentado por una crisis económica, medioambiental y social, sería bueno que se volvieran a tomar en cuenta las prioridades verdaderas para llegar al bien supremo, se debería priorizar la vida y el bienestar, en lugar de los números, deberíamos ser consientes de que nuestros recursos naturales no son eternos y que como seres humanos estamos destinados a surgir en sociedad y por ello la distribución de los ingresos debería ser menos abusiva.

Entonces ¿qué es la felicidad para los chilenos? Hasta el momento no hemos sido afectados por la crisis económica mundial pero eso no quiere decir que no nos toque en un futuro cercano y cuando todos los bienes pierdan su valor ¿seguiremos pensando que la felicidad depende de ellos? Estamos a portas de una nueva elección presidencial y sería bueno que se empezaran analizar las propuestas presidenciales con una visión hacía las prioridades que Chile deberá resolver en el futuro. 

Claudia Kompatzki

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