sábado, 23 de marzo de 2013

Te extraño, extraño.


Extraño despertar asfixiada por tu calor.

Extraño querer salir de mi cama y que me envuelvas con tus brazos y piernas de tal modo de que mi cara quede escuchando los latidos de tu corazón.

Extraño que seas el único al que le permito tocarme de ese modo y acariciarme, sin resistirme. 

Extraño tocar tus manos y ver tus ojos tratando de descifrar lo que estoy pensando. Sí, tus ojos azul mar caribe. 

Extraño tu espalda.

Extraño lo atrevido que eras, que siempre tenias ganas, que no importaba el lugar, ni quien nos estuviera mirando.

Extraño que no me importara ni el lugar, ni los demás, ni nada, sólo tu. 

Te extraño, extraño.

Una noche, una mañana, dos extraños, dos corazones, UN FIN.

Claudia Kompatzki

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