sábado, 30 de octubre de 2010

Convención De Los Heridos De Amor - Paulo Coelho


Convención De Los Heridos De Amor - Paulo Coelho
Disposiciones generales:

A – Considerando que el dicho de que “en el amor y en la guerra todo vale” es
completamente verdadero,

B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la Convencion de
Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina como debe tratarse a
los heridos en el campo de batalla, mientras que hasta hoy no se ha promulgado
ningún documento que regule la situacion de los heridos de amor, muy
superiores en numero.

Se decreta que:
Art. 1 – todos los amantes, independientemente de cual sea su sexo, quedan
advertidos de que el amor, ademas de ser una bendicion, tambien es algo
extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear serios daños.

Por lo tanto, quien tenga la intencion de amar, debe ser consciente de que
esta exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos, sin
poder culpar por ello a su pareja en ningun momento, puesto que ambos corren
el mismo riesgo.

Art. 2 – Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe
solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la
direccion opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como “amor no
correspondido”.

En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convencion que en estos
momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se arranque la
flecha del corazon y la tire a la basura.

Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefonicas, mensajes de
correo electronico, envios de flores (siempre rechazadas), o cualquier otra
forma de seduccion, pues semejantes medios, si bien pueden dar algun resultado
positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo.

La Convencion decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la compañia
de otras personas, asi como debe imponerse al pensamiento obsesivo que le
dice “vale la pena luchar por esta persona”.

Art. 3 – En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que el
ser amado se sienta atraido por alguien que no estaba a priori en el guion,
queda expresamente prohibida la venganza.

En este caso, se permite el uso de lagrimas hasta que los ojos se sequen, asi
como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con amigos
donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a), incidiendo en su
perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su honra.

La Convencion determina que tambien se aplique en este caso la regla del Art.
2 que mueve a buscar la compañia de otras amistades, solo que evitando en la
medida de lo posible los lugares que la otra persona frecuenta.

Art. 4 – En lesiones leves, clasificadas aqui como pequeñas traiciones,
pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinteres sexual pasajero, debe
aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado Perdon.

Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atras bajo ninguna
circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no utilizandolo
jamas como argumento en una discusion o en momento de odio.

Art. 5 – En todas las heridas definitivas, tambien conocidas como “rupturas”,
el unico medicamento que tiene algun efecto se llama Tiempo.

De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el regreso
del amor perdido), leer libros romanticos (que siempre acaban bien),
engancharse a una telenovela o cosas por el estilo.

Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los calmantes
o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, solo seran permitidos dos
vasos de vino diarios.

Consideraciones finales: los heridos por el amor, al contrario de los heridos
en conflictos armados, no son victimas ni verdugos. Optaron por algo que forma
parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la agonia y el extasis de
su eleccion.

Y los que jamas fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: “he vivido”.
Porque no vivieron.


Claudia Kompatzki.

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